El fraude del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en el sector de las gasolineras en España se ha convertido en una problemática de gran envergadura, con pérdidas estimadas que superan los 1.200 millones de euros anuales. Esta situación no solo afecta negativamente a las arcas públicas, sino que también genera una competencia desleal entre las estaciones de servicio, perjudicando a aquellas que cumplen con sus obligaciones fiscales.
El fraude del IVA en el sector de los hidrocarburos se lleva a cabo mediante diversas estrategias, como la creación de empresas fantasma que adquieren grandes cantidades de combustible sin pagar el IVA correspondiente y desaparecen sin dejar rastro. También se observa la participación de operadores intermediarios que retienen el IVA en lugar de ingresarlo al fisco, ofreciendo carburante a precios más bajos y distorsionando el mercado. Estas prácticas generan un impacto económico significativo, con una pérdida estimada de más de 1.200 millones de euros anuales en ingresos públicos, recursos que podrían destinarse a servicios esenciales como sanidad o educación.
Además, el fraude fomenta la competencia desleal, perjudicando a las gasolineras que cumplen con sus obligaciones tributarias y creando un entorno injusto. También puede afectar a los consumidores, ya que el uso de combustible de origen dudoso y con controles deficientes podría derivar en productos de menor calidad, poniendo en riesgo la seguridad y el rendimiento de los vehículos. Para combatir estas prácticas, se han propuesto medidas como reforzar la inspección fiscal, fomentar la colaboración entre el sector público y privado, endurecer las sanciones, y establecer mecanismos de responsabilidad compartida, además de crear canales de denuncia ágiles y confidenciales.
Esfuerzos recientes y desafíos pendientes
En los últimos años, la Agencia Tributaria y las fuerzas de seguridad han intensificado las operaciones contra el fraude en el sector de los hidrocarburos. Por ejemplo, en mayo de 2024, se llevó a cabo la operación “Fuel”, en la que funcionarios se personaron en más de 400 gasolineras de 14 comunidades autónomas para recabar información sobre ventas a precios anormalmente bajos.
A pesar de estos esfuerzos, el problema persiste y evoluciona, adaptándose a las nuevas medidas implementadas. La complejidad y sofisticación de las redes fraudulentas requieren una respuesta igualmente avanzada y coordinada que incluya el uso de tecnologías emergentes para el seguimiento de transacciones y la identificación de patrones sospechosos.
Las estaciones asociadas a AESAE están comprometidas con la transparencia y el cumplimiento de la normativa vigente, aseguran que todas sus estaciones asociadas cumplen con sus obligaciones fiscales, incluido el pago correcto del IVA.